Que
resulta que me han nominado para los Premios Literarios noséqué de
la Crítica Literaria Valenciana o algo así, y yo que ni sabía que
la crítica literaria valenciana existiera siquiera (sea como ente, o
cosa, u objeto conceptual ya identificado), porque nunca la vi volar
por aquí ni por los piecitos sucios de la poesía, que en estos
barrios estas cosas ni se saben, y sin pedírmelo ni nada y va y mi
"Porción del enemigo" se lo miran en el premito como
finalista venido de barriada, que así de plural se apuntala hoy la
cosa, sale y que luego me entero de quiénes son los miembros del
jurado de la fiesta esta que se montan ellos, y quién el presidente
de honor de la desgracia aquella, y no la gente por la que yo escribo
ni para la que vivo, y va y me parecen que son, de largo, alguno de
los susodichos como elegantísimos mafiosos de la derecha cultural
valenciana, oxímoron -ay- que se me desliza, yo que nada sé: esa
que prodiga sus favores en diez dimensiones, para eso debe de ser que
es lo de criticar literariamente y valencianamente muy señor mío, y
que yo no veo al pobre Bellveser (pónganse firmes, amigos, que entra
en la sala la Cultura hecha Carne: ¡vicefundador, presidente de
honor, talento de gasas!) leyendo y juzgando como rabo de horca algún
poema de esos míos que se relamen contra Rita Barberá y contra
Rafael Blasco y contra Francisco Camps, y que vaya, que a mí no me
metan en estas cosas, por favor, que nunca lo he pedido, que yo estoy
muy tranquilo, con mis años y ya mis canas, y que si alguien sabe
dónde dice uno -a dónde ha de dirigirse, excelentísimo qué- que
no quiere que su "Porción del enemigo" sea candidato para
lo que no quiso nunca ser, ni ahora ni no. ¿Sabéis alguno?